¿Dónde vuelan las nubes?

¿Dónde vuelan las nubes?, ¿hacía dónde las arrastra el viento? ...

Desde nuestra perspectiva de tiempo, las dimensiones se confunden según nuestro estado de ánimo o nuestra situación de actividad o calma.
Tumbado y con la vista en el cielo, todo discurre en una atmósfera inmaterial, dónde las partículas que forman nuestro cuerpo están esparcidas por el espacio, al antojo del viento y acomodadas entre las nubes. Flotamos con ellas y dibujamos antojadizas figuras que tardan poco en difuminarse y transformarse en otras. Sencillas y alojadas en nuestra memoria permanecen de uno a otro instante, momento de perderse mirando el cielo, quizá separado por años de espera. Pero llega, ese día en que sin mas te desparramas por el suelo, giras sobre ti mismo, desperezas el miedo y cabalgas sobres las nubes. Sin otro propósito que seguir su rastro almidonado sobre un azul limpio.
Los brazos no pesan, reposan sobre el suelo sin cargar nada del diario paso del tiempo, solo descansan. Las piernas no caminan, se acunan o descansan, buscando acomodo pero lejos de su discurrir atropellado o angustiado.
Y los ojos fijos en el azul inmenso, salpicado de tonos blancos que se agrupan y separan en un lento baile de figuras. Los ojos incrédulos por compartir el instante, detenidos y abrumados del color pastel del cielo. Atrapados en todos los momentos vividos, desde el consuelo de ver transitar las nubes sin más prisa que la espera de un nuevo dibujo mágico.
Las nubes coquetean con el aire, con movimientos elegantes y tranquilos, seducidas por la fortaleza del viento que las acoge y conduce, que las mima y acaricia realizando miles de figuras.
Nos movemos con pereza, deseosos de no abandonar el momento, pero nuestra dimensión del tiempo cambia, nos devuelve cada partícula al espacio temporal y en la figura con la que conducimos nuestra vida. Y, de nuevo, convertido en mortales, retenemos el instante en el que fuimos parte de las nubes, modelados por un viento suave que nos permitía soñar y escapar del tiempo.

José Antonio González Correa





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