Cristo de la Expiración, Órgiva/2025
El viernes anterior al viernes de Dolores, el pueblo de Órgiva contiene la respiración mirando al cielo. Delante la Iglesia de la Expectación se han dispuesto multitud de tracas, siguiendo la tradición de agradecer con pólvora la seguridad de los mineros. Como cada viernes en el que se procesiona al Cristo de la Expiración, previa a su salida, el estruendo y una nube irrespirable se apodera de la tarde, justo al dar las seis de la tarde. En ese momento, el ruido atronador rememora las explosiones para la apertura de galerías y enmudece todo alrededor de la calle González Robles. Al finalizar, los aplausos y vivas al Señor de Órgiva se suceden, mientras operarios limpian la calle y recogen los enseres pirotécnicos, son momentos previos a la salida procesional. Acompañado del tañar de las campanas de la iglesia, el trono que sostiene al crucificado parece que se deslizara por las empinadas escaleras que lo conducen a la plaza. Y, durante un instante, allí se queda, mirando a...