Las letras de mi memoria



Dejo la puerta abierta más allá del olvido,
solo por no consumir el aire que me es ajeno
y no desatender el calor atrapado.

Finjo que el invierno no me importa,
cuando la verdad es que el frío me atrapa
y me hace prisionero al abrigo del fuego.

Huyo por no oír mis pasos en una habitación vacía
y muero cada vez que la luna se hace nueva.
Cuando la mirada al cielo la descubre apagada.

No concibo esa negrura intensa
que no desvela ni un atisbo de asta,
ni una incipiente cuna de plata.

Adormezco si las palabras
no atraviesan mis dedos
y se derraman sobre el papel.

Y mis manos no son nada,
de nada sirven en el espacio,
salvo que hilvanen las letras de mi memoria.

Las letras de mi memoria
                                                    
José A. González Correa, mayo 18.





Comentarios

Entradas populares de este blog

Reclamación al tiempo

Ganarle tiempo al tiempo

Nochebuena 2023