Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2024

Feliz año 2025

Imagen
Deja que el aire se pare, que el tiempo sucumba bajo su peso, que los recuerdos transiten por hilvanes invisibles entre el alma y la memoria. Que la soledad te visite lo necesario para que conocerte sea lo imprescindible. Y más allá de acunar tu propia historia, esparce tu conciencia ayudándote del viento, para que el camino se tapice con los pétalos de tu esencia. No dejes de acomodar el frío, tu calor es necesario, tus brazos son abrigo de lo ordinario. Y si lloras, que tus lágrimas sean rocío y hagan brillar los campos mientras la noche se desviste abrumada por el día. Y si la sonrisa atrapa tu boca que la libere despacio, amortiguando palabras mientras dormitan tus ojos. Sé lo que necesites, acomodar el tiempo no es opción para recibir el año.   Feliz año 2025, JAG Correa

Navidad 2024

Imagen
Dicen que es invierno, que las bocas abriguen, acunen, las palabras con besos. Dicen que es invierno, que el sol parece tumbarse mientras transcurre el día. Que la melancolía visita el alma arropándola con recuerdos desteñidos, caricias remotas de antaño. Dicen que es invierno, como cualquier otro invierno en el que siempre vive el milagro. Deja que tus brazos encierren el aire, atrapando el aire de otros en la infinita calidez de un abrazo. Dicen que es invierno, como todos los de nuestra infancia, cuando la magia trepaba los balcones de casa. Cuando soñar era el regalo y vivir, dejarse arrastrar por mundos imaginarios. Dicen que es Navidad, alivia tu cuerpo del peso de lo diario, acomoda el espacio de lo extraordinario y participa, como cuando niño, del milagro. Feliz Nochebuena , JAG Correa

Alumbrado Navideño Órgiva-2024

Imagen
 

Se acomoda la tarde

Imagen
Se acomoda la tarde, al mismo tiempo que el sol desmaya entre montañas, vistiendo las faldas del monte de una luz cansada. Aún faltan por llegar los añiles y la de ahora es una luz cálida que adorna de tonos dorados la esencia misma del paisaje. Se empeña la tarde, con esa luz pausada, en recordarme los tonos de antaño, cuando la habitación, aquella que acogió mi infancia, se vestía de una luz gastada, cuyo sol era una bombilla desnuda. Aquel filamento incandescente, objeto de la mirada distraída, la del niño soñador que volaba persiguiendo fantasías, prendía mi retina de destellos que el parpadeo esparcía. Se acaba la tarde, agoniza el día, sin ningún lamento, se distrajo la luz, un momento. Y las faldas de la montaña parecen hechos jirones, pero la tierra no llora, se aferra en consolar al frío. Y me lleva a pensar que aquella lámpara desnuda …, la que regalaba luz al cuarto también quedó fundida, me imagino, llevando hacía atrás el tiempo, el filamento partido, suspendido en el vací...