La flor de azafrán
La forma sencilla, el color pausado
y preciosos estambres rojos y anaranjados
adivinan curiosos la luz y cansados
se desprenden bajo un cielo atormentado.
Las recojo curioso de asistir al milagro
que despierta entre la tierra aterida,
llueve entre olivos preñados de negro,
y la aceituna se cae
madura y herida.
Por la acequia “hondera” ceñida la balate
han asomado los bulbos con corazón de azogue,
curiosa y furtiva bajo la sombra se abate
Se siente dichosa y la alivia el enjuague
que el rocío temprano depositó con ternura,
flor tan preciosa para que el sol la embriague.
Flor de azafrán
José Antonio González Correa
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