Campaña de aceituna

El año ha sido bueno y los olivos están cargados de aceitunas, pocas se cayeron afectadas por la mosca, por lo que la producción será buena. Queda mimar la tierra, ararla y hacer suelos para procurar que la recolección sea fácil y eficiente.

La tierra está peinada y alisada, ahora se irá compactando. Para terminar de arreglarla habrá que desbrozar y hacer tronqueras. Pero nada de herbicidas, el campo no ha de estar desnudo, la mala hierba es un enemigo, pero aún mas dañino son los herbicidas, que contaminan acuíferos y afectan a abejas y abejorros, cruciales para la polinización de nuestros campos.

Empezamos la recogida, por supuesto aceituna de vuelo. Los lienzos se van extendiendo por el campo, acariciando los troncos de los olivos, colocados de forma primorosa como la cola d un vestido de novia. Y comienza la tarea, dura y trabajosa, de días interminables. Vareando con cañas de bambú y pasando todo el día en el campo. Este año, el mes de diciembre ha sido especialmente cálido, los días han disfrutado de un sol impropio del invierno. De noche, alguna helada casual y algo de humedad matutina y vespertina. El tiempo, sin duda, ha facilitado la tarea durante este mes de diciembre. Pero Sierra Nevada está sin nieve, no ha llovido nada, y echamos mano del agua de las acequias para dar algo de jugo a la tierra.

Y, por fin, ya está la aceituna en la almazara. Descargamos los últimos sacos en la torva, cansados y hasta rendidos. Las manos anquilosadas duelen mientras los cargamos y ayudamos a verter sacos de aceituna viva, colorida y a punto de regalarnos su aceite.

El proceso de la molienda se ha mecanizado y simplificado, batidoras, centrífugas horizontales y verticales (siempre controlando que la temperatura del proceso no supere los 25ºC) y enormes decantadoras y bidones de almacenamiento, realizan una tarea que antaño era costosa y larga. Se han sustituido la piedras de molino, capachos y prensas, pero se busca lo mismo. Un aceite de calidad, un aceite de prensado en frío y con una acidez inferior a los 0,8 grados, el aceite de oliva virgen extra, Este año nuestro aceite es de una calidad excelente y una acidez inferior a los 0,3 grados. Un regalo cardiosaludable y un disfrute para el paladar.