A mis padres, una vez más, por como fueron e hicieron
A mis padres, una vez más, por como fueron e hicieron. Removí la tierra alrededor de un olivo imperfecto de 3 patas, no una, sino dos veces. Cavé un hoyo centrado en la profundidad, mientras mis lágrimas se asomaban con la timidez de quien quiere ser siempre fuerte. Y las de ellos me inundaban el alma. La tierra se apilaba, no una, sino dos veces, mientras les buscaba abrigo en aquel lugar que siempre sintieron como suyo. Tierra de labor para tener pan, tierra cultivada a golpes de vida derramada y regada en horas de sereno, tierra mimada con la que llenar la alacena. Recuerdo mis ojos mojados, ausentes del consuelo de quienes me llenaron de amor en su vida. Recuerdo sus manos agitadas por la falta de aire, mientras sus ojos de cristal azul apuraban la humedad del aire. Recuerdo el desconsuelo de aquel hombre, llorando como un niño por la marcha de ella, el ángel de aquella foto que inició la historia de amor que me dio la vida. No voy a deshacer lo tapad