El terciopelo de tus ganas
Meso el terciopelo de tus ganas,
haciéndose cruel la distancia sin alas,
y tu pelo ahuecado a ambos lados,
acunado refugio de mis manos.
Ocupas el espacio necesario
del lugar reservado del armario,
sin prendas que atenúen la caricia
solo el hueco suficiente de tu risa.
Suficiente tu mirada sorprendida
bajo la fijeza cierta de la mía,
desoyendo la razón si estas tendida.
Ayudaste mi sueño si dormía,
rendido mi cuerpo y asustado,
hasta despertar sintiéndote mía.
José A González Correa
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