El peso del cielo Caído el telón, pesadamente, velada la luz que encendía el paisaje: Viran los azules, de celeste a añil, un instante fucsia y al final negro. La sinfonía inacabada tendrá que esperar otro día para que queden sus notas colgadas del pentagrama. Cielo sobre el mar o tierra, o sobre nubes o.., sobre más cielo…, infinito Como un acertijo se dibujan y aparecen, como guirnaldas, las estrellas. ¿Colgadas al azar?, ¡que importa! Ausculta lo que tu corazón siente…, galopado, pausado, intranquilo, ¿escondido?, ¿has de moverte para que se conmueva? Siente, no pienses, solo ausculta su latido y cuenta, a su ritmo, ese esplendor de estrellas. Cabecea sorprendido por lo que ante ti se despliega, empapa tu piel con la brisa fugaz que se levanta, es suave, ligeramente fresca y algo húmeda. ¿Recuerdas ahora como se levantó el telón del día? ¿Para qué?, si ahora tienes la noche sentada en tus rodillas. ¿Por qué enciendes la luz?, si la noch