Letras cosidas al viento
Tantas veces le cosí letras al viento para que las llevara ligeras hasta dónde yo no llego, y cuantas el viento me devolvió otras voces como lentas caricias, casi gastadas de tanta distancia recorrida y tantas gargantas visitadas. El aire como aliado de un vuelo sin tripulante, de un viaje de azares que lleva a cualquier parte, sin esperar más que la vuelta cierta de los anhelos enviados, envueltos ahora en suaves ráfagas de viento acomodada en un eco eterno. Tantas noches sin sueño y abrochadas a la ilusión que el esbozo de la sábana ahueca en un mar de algodón, dónde el tiempo, detenido en la noche anterior, espera y acuna a un cuerpo que se acoge al mismo lugar y hueco dónde recuperar el sueño. Un sueño incompleto de la noche anterior, confiado en atenderlo y acompañarlo hasta que se haga de día. Desde mis noches de niño, atemorizadas por la falta de luz, recupero la bombilla encendida para apartar el miedo, a sabiendas que los temores de entonces s