Los pies de la princesa
Los pies de la princesa hollaban la arena, esperando a la ola que deshiciera deprisa aquella silueta impresa y efímera. Premura en el andar dislocado sobre pequeños tacones y sobre nubes de sueños infinitos. Remolinos de aire entre su pelo con el que ahuecar los instantes infelices, y viento para escapar agitando las alas. Aquellos pequeños píes de bailarina detienen su ritmo y deambulan cansados, esquivando las acometidas de las olas. Perdidos los juegos de antaño, se destiñen los colores pastel de su sonrisa y su alma se adormece sobre un cálido taró. Confunde el sabor amargo de la derrota con el salitre que reseca su boca, sin entender que está llorando. La pena alojada en el reflejo de una lágrima, deshilvanados los sentimientos que unían cabeza y alma. Deshilachados pespuntes de desconsuelo, mientras el tiempo acorta el espacio para seguir queriendo. La razón no entiende lo que el amor conj