Mariposa Monarca
Fiel a su planta protectora, la mariposa monarca gana altura para luego descender, una y otra vez, para finalmente, acariciando las flores, sentirse mecida por el viento. No se puede contemplar la escena sin sentir la fragilidad de la protagonista y admirar su porte. La asclepia, según parece, protege a la mariposa de potenciales enemigos (la toxicidad de la planta, que no afecta a la propia mariposa, es la valedora y protectora de ésta). Para más información sobre la asclepia: https://es.wikipedia.org/wiki/Asclepias_curassavica