Verano
Se retiran las olas y los bañistas, arrastrando la arena en sus pies entre la espuma. Los ojos infantes miran, desde atalayas de cemento y ladrillo, los últimos correteos de otros niños, cuyos juegos aun perduran, privilegiados ellos que continúan como el vaivén de las olas, ciñendo de adiós la tarde. Se quedan esperando que los pies se desnuden de arena y los acune el sueño, desde donde volver al embestir al mar en sus infinitos lances de agua, como piratas noveles que la mar no espanta. También se retira el día con los acordes de las guitarras que el rumor del mar replica. José A González Correa Verano-24