Almas perdidas
Profundizamos en la distancia que se regodeaba en nuestros cuerpos,
pensando que la lejanía curaría los defectos.
Cuando llego el aire cálido, flotamos como los sueños,
nos vimos tan inmensos, que sin abandonar lo intenso,
nos convertimos en cometas empujados por el viento,
autómatas siguiendo la fina línea que guía al tiempo.
Aterrizamos en hemisferios, de esferas distintas,
intentando descifrar el miedo,
miedo esbozado por tu voz junto a mi vida,…,
y al percibir verdades
tan escuetas,
descubrí que las nuestras no eran gemelas,
sino dos almas perdidas.
Desde entonces, te miro con resquicios de algarabía y
distancia,
por no enredarme en tu pelo,
por no caer en señuelos
y por no salir de mi guía.
Reconocí que no hay cielo,
que solo tus miedos,
rompieron la utopía que quizás aún anhelo.
La misma que esta noche me desvelaba cuando la luna caía.
Pablo J. González Correa
imposible expresar más con palabras tan bellas. Enhorabuena¡
ResponderEliminarVaya fotos por favor, impresionantes, ya solo falta que Jose ponga la melodía.